!Pueblo paralítico, ponte en pie! 動きが取れない民衆よ、立ち上がれ!(Mc 2,1-12 )

!Pueblo paralítico, ponte en pie! 動きが取れない民衆よ、立ち上がれ!(Mc 2,1-12 )
 体の麻痺した人は動きが取れない状況に追い詰められている民衆の象徴である。
マルコ2 ,1-12 に登場する病人は、Jn5,1 – 15 の登場人物と同じように、二つの問題がある。1)周りの多くの人々から「はばまれて」動きがとれないこと。言い換えれば「世の罪」の被害者である。2)その状況から出られないと自分も思い込んでしまうという「過ち (迷い、罪、amartía)」(v.6,7,9,10 )である。両者から解放されなければならない。

「信頼に満ちた振る舞いをした四人の人々につれていってもらって解放をもたらすイエスに近づく(v.3-4 )。

「あなたが道をふみはずしたことはゆるしてもらえる」(v.5)とイエスは言う。

「私がゆるす」とも、「神がゆるす」とも言わない。

「あなたの罪『が』ゆるされる」と言う (自動詞の形で!aphíentai)。

 宗教(既成宗教制度the religious establishment)の代表者で、宗教の律法の専門家たち(grammatei)は裁く姿勢で前の列に座っている。

彼らの考え方では

1)病気は罪の罰(Ez 21, 11 -12)と「穢れ」としてとらえられていた(Lv 21, 17 -23; 2 Sam 5 ,8 ) 、

2)ゆるしてもらうために, 神との取引みたいな形で供え物を捧げたり、寄付金を上げたりするようなことが必要だとみなしていた(権力と商売と結びついてしまう宗教制度、神殿)。
 
エスは罪のゆるしの条件として「ゆるしを信じること」だと言う。
 
病人をいやすよりも、ゆるしてもらうことの方がむずかしい。
 
ゆるしてもらうことよりも、ゆるしを信じることの方がはるかに難しい。
 
「ゆるしを信じ、ゆるしがありうることを信じる」と私たちは信仰宣言の中で唱えている。
 
ゆるしに対する信頼があれば「人の子」すなわち(私たちもふくめて)どの人の子でも罪のゆるしがあることを宣言することができ、ゆるしあいと言う奇跡をおこなうことができると言えよう。

 El paralíitico de Mc 2, como el de Jn 5, simboliza al pueblo inmovilizado a causa de dos iniquidades: 1) la iniquidad que injusticia e inmoviliza al pueblo en situación de parálisis. 2) La inquidad de creer imposible salir de su situación y no atreverse a levantar cabeza los inmovilizados.

Decían los indios de Chiapas, añorando a su querido obispo liberador: “Desde que llegó aquí don Samuel, nos atrevemos a ir con la cabeza erguida, nos han devuelto la dignidad”.

En una sala apretada de gente donde apenas se puede entrar, el escenógrafo Marcos coloca en primera fila sentados en sillones de jueces a los representantes de la religión oficial.

Ellos consideraban: 1) la enfermedad como castigo por pecado y mancha acreedora de discriminación (Ez 21, 11 -12; Lv 21, 17 -23 ; 2 Sam 5 ,8 )

2) el pecado como mera infracción de la ley,

3) la necesidad de comprar el perdón negociando con Dios mediante ofrendas que aseguran la economía del templo, asociados poder, dinero y religión.

Jesús piensa:

que la enfermedad no es castigo por pecado,

que es más difícil perdonar que curar,

y que más difícil aún que perdonar es dejarse perdonar creyendo en el perdón.

La condición para el perdón es la fe en el perdón, que confesamos en el Credo: creemos que es posible perdonar y dejarse perdonar. Teniendo esta fe, el “hijo del hombre”, cualquier hijo de hombre y mujer, cualquiera de nosotros puede proclamar que hay perdón, perdonar y dejarse perdonar.

Jesús quiere que cargue simbólicamente con su camilla el pueblo paralítico puesto en pie para caminar, que las argollas que lo inmovilizan se conviertan en un abanico con que airearse mientras camina sin tener que agachar su cabeza bajo la opresión de poderes que aplastan su dignidad.