Semillas de... ¡Vitalidad! 命の種 (Mt 13)

16 と17 主日  Mt 13、1−9  Mt 13 , 24-30

マタイ13、1・9.「良い畑になろう」、「良い実を結ぼう」という道徳的な読み方ではたりない。

信仰上の読み方では「種」の意味が深い。わたしたちの心に命の種が蒔かれている。聖書では「神の霊の息吹」。仏教では「仏性」。

マタイ13、24・30 「良い麦」と「毒麦」のたとえに関する道徳的な読み方ではたりない。そしてまた「われわれ良い麦」で、「彼らは毒麦」という二元論的な読み方はもちろん良くない。

自分の中に「良い麦」と「毒麦」がある。自分の一番深いところは「毒麦ではない」。根源的な無明よりもっと深いところにあるのは「根源的な良さ」、「amazing grace」、「根源的な悪に打ち勝つ根源的な善・命」、一切を生かす命(一切悉く聖霊〉)。

われわれを生かす命に気づいたら互いに生かし合う力が沸いてくるであろう。

La lectura moralista de Mt 13, 1・9 se limita a reaccionar ante el texto exhortando: “seamos buena tierra y demos fruto”.
La espiritualidad lee la profundidad del texto y se percata de que “somos ya desde siempre campo en el que el Origen de la Vida ha sembrado semilla divina que hace vivir.
Al percatarnos de que la Vida nos vive, brota como consecuencia espontánea la gratitud por la vida y la práctica de vivificarnos mutuamente y construir un mundo de relaciones vivificantes.
La semilla es semilla de divinidad y vitalidad. Semilla de Espíritu, en lenguaje bíblico. Semilla de iluminabilidad (en el budismo, naturaleza búdica: en japonés, busshou).
La lectura maniquea y dualista de Mt 13, 24-30 cae en el peligro de creer que somos buena semilla y el enemigo es quien sembró cizaña.
La espiritualidad descubre con ojos de fe en este texto la doble realidad: quiénes somos (trigo y cizaña inseparables) y quién es Cristo (que acoge esta realidad nuestra y la salva de sí misma sacándola de sí).
No caer en la cuenta de que en mi fondo hay cizaña es autoengaño (autojustificante).
Creer que el fondo último mío es cizaña también es autoengaño (deprimentemente autocondenante).
Descubrir que hay un nivel más profundo donde la gracia original prevalece sobre la ceguera y el mal originales es caer en lo cuenta de lo divino de la respuesta a la pregunta quiénes somos: ser-se-en-Cristo. (En las escuelas de la conciencia ‘Yogacara’ hay algo más profundo que la “sima de la conciencia” -alaya-, el fondo en que la bondad original prevalece sobre el mal original, allí donde somos originariamente “matriz de budeidad”, “ semilla de Espíritu que vivifica”. No es la lucha dualista del trigo contra la cizaña, sino la manifestación de la vida orignal (ni dual ni monista).