日本もスペインも教会内の対話が足りない Ni España ni Japón dialogan

対話をおそれずに
Sin miedo a dialogar(6)
日本もスペインも教会内の対話が足りない。

   5回にわたって「学びあいの会」での話しを掲載したが、「対話を恐れずに」という連載について読者のメールをいただいた。不思議なことに、スペイン人の読者からも日本人の読者からもそっくり同じ質問を受けた。

   スペイン人の読者は「日本の教会の方が対話しやすいのですか」と尋ね、日本人の読者は「やはりスペインの教会の方が対話があるのですか」と。

   もうしわけないが、、両者に対して同じ返事をせざるを得ない。つまり、対話が足りないということ。
スペインの教会も日本の教会も、対話がなかなか足りないとはっきり言わなければならない。

   しかし、両者に対する回答は同じでも、理由はまったく異なる。

日本の教会は「喧嘩すればそれっきりだ」と恐れて対決になりそうな話題を避け、表面的な付き合い方に終わってしまって本音を話さない雰囲気がある(天気の話や食事がおいしいかどうかというぐらいの話に終わってしまうような「ニコニコ主義の教会」では、裸で話し合い、兄弟・姉妹的な対決をしないから成長しない。

   スペインの教会は本音を話すけれども、喧嘩して違いを認めたがらない両極端の対立に行き詰まって成長しない。意見が違えば、個人攻撃として受け止めるから両極端の立場の間の本当の対話がなりたたない。
スペインと日本の両方の教会で司僕に携わっている私はさびしく思われる。

   違いを認め、多様性と異論を認め合う福音的な対話がどっちの教会においても成立しにくいのである。
エスにならって兄弟・姉妹的な対決ができ、本音を語る教会として成長っしていきたいものである。


   Ni en Japón ni en España dialogamos
 Sin miedo a dialogar (y 6)

   En los cinco posts anteriores he reproducido trozos de las charlas en el grupo Manabiai no kai (“Aprendizaje mutuo”).
   Curiosamente, he recibido la misma pregunta por mail del público japonés y español que sigue el blog.
Me preguntan desde España si es más dialogante y conciliadora la iglesia japonessa.
   Me preguntan de Japón si la iglesia española dialoga más. A anbas partes les doy la misma respuesta. Lamentablemente, en ambas falta diálogo, se tiene miedo. (No se cómo será en la iglesia argentina o en la alemana...)
   Sin embargo, aunque la respuesta es la misma, las razones son distintas.
   En la iglesia japonesa se evita la confrontación, porque se piensa que, una vez confrontadas posturas distintas, ya no se va a poder convivir. Se tapan los problemas. El trato es de sonrisa superficial. No se choca, pero no se ponen sobre el tapete abiertamente los problemas.
   En la iglesia española sí se sí se muestra la oposición, pero en forma de crispación, extremismos y agresividad.
   En ambas culturas, mentalidades y sensibilidades distintas, el resultado es el mismo: incapacidad para convivir con lo diferente incapacidad para el diálogo. En Japón por exceso de urbanidad, en España por falta de educación. En un lado confunden la confrontación con la pelea y la evitan. En el otro, no saben confrontarse sin pelearse..
   No hemos aprendido la auténtica confrontación fraternal y sororal, la convivencia en pluralidad unida por el Evangelio. Comunidad fraternal y sororal, pero sin miedo a la confrontación. Confrontación, pero sin agresividad. Para crecer juntos “vivir y caminar en el Espíritu”, en unidad y pluralismo.
   Tenemos que aprender de la confrontación de Pedro y Pablo, para disentir en la iglesia (no de la iglesia, sino en la iglesia) con responsabilidad, inteligencia y buen humor.
   Los escritos de Arregui y Pagola ayudarán mucho para ello.
Oramos por la recuperación del diálogo, recomendando a lectores y lectoras la primera encíclica de Pablo VI, Ecclesiam suam.