23rd Sunday, 2009, IX, 6: Healing vs. “Miracles”

23rd Sunday, 2009, IX, 6: Healing vs. “Miracles”


(Japanese)
魔術敵奇跡よりも真の癒し.
「イエスは天を仰ぎ、深くうめき声をあげた」(マルコ7,34)。

(English)
True healing vs. magic miracles.
Iesus, looking up to heaven, sighed ... (Mk 7,34).

(Spanish)
Auténtica sanación contra milagrería mágica
Jesús, levantando la mirada al cielo, dio un suspiro (Mc 7,34).

(Japanese)
耳の聞えない人の癒しです。その人を癒す前に「イエスは深く息をついた」と言われています。「うめき声」です。
天に向かって嘆き声をあげるので、祈りではないかと解釈する聖書学者もいますが、祈りだとすれば、神に向かって苦情を言う形での祈りでしょう。「いつまで人々が私から奇跡を求めるでしょうか」、「どうして自分で自分を癒す力が自分たちの中にあると信じないでしょうか」。
要するに、イエスは魔術敵な奇跡よりも真の癒しを人にもたらしたいのです。7,34は8,12とつながっておりますし、両者とも15、30−32との関連で理解されます。
15、30では敵対者たちはイエスに「十字架からおりるように」という「不思議な業」をするように挑戦しますが、イエスはそのような「奇跡」を行わないのです。イエスは神からきた方ですが、それを示すために十字架から降りるようなことをしないのです。いや、降りないからこそ「神の子」であることを示されます。
以上あげた三つの平行箇所には共通な点があります。人々は「不思議な業」を求めますが、そんなしるしは彼らには与えられないでしょう。イエスがもたらすのは人が人として立つようにする真の癒しです。

(English)
Anthropologist distinguish between disease (a malfunction of the organism) and illness or sickness (influenced by social and psychological causes). For instance, in the world of the Bible, a leper was considered unclean and had to be excluded from community. The blind, lame, malformed and those with itching scabs, crushed testicles, or injured limbs were not permitted to draw near the altar (Lev 21, 16-14). Jesus appears as a man filled with the spirit of God who fights against all illnesses and sicknesses and restores people to their dignity and to their proper placed in the community. But Jesus refuses to make the so-called “miracles” in order to show who he is or in order to make people believe. Let us realize the connection between Mk 7,34, Mk 8,12 and Mk15, 30-33. When they told him, “get off the cross” Jesus did not perform a miracle. He showed who he was just by not getting off the cross


(Spanish)

Mc 7,34 (el suspiro profundo de Jesús) y Mc 8, 12 (esta generación exige una señal, pero no se le dará) son dos versículos relacionados entre sí y también relacionados con Mc 15, 30-33 (“bájate de la cruz”). La señal de que Jesús era el rostro de Abba no fue bajarse de la cruz, sino todo lo contrario, asumirla.
El suspiro profundo es a la vez oración y queja;, es decirle a Abba: “Estoy harto de que esperen y pidan de mí otra cosa distinta de la que yo he venido a dar”. Él vino a traer auténtica sanación, pero la gente espera de él magia milagrera.
En algunas formas de religiosidad popular o en la espiritualidad de algunos movimientos se da importancia a la milagrería mágica; que si se licúa la sangre de un relicario el día de san Jenaro, que si las llagas del padre Pío, que si llora una imagen o sale sangre de unos lienzos corporales en Daroca, que si se apareció María en El Escorial, Fátima o Lourdes para decir que está muy mal el mundo y nos va a venir un castigo, que si se consigue un milagro para que proclamen santo a Juan Pablo y no sea menos que Escrivá, etc...
La apologética del XIX cayó en la trampa de usar los milagros para demostrar la fe. Es al revés, donde hay fe se produce el “signo” de que la fuerza de sanación está dentro de uno mismo, porque ahí actúa el Espíritu que construye el Reino de Dios. Jesús no cura haciendo salir de sí una especie de elctricidad mágica para satisfacer necesidaddes supersticiosas. Cura haciendo caer en la cuenta a la gente de que la fuerza sanadora del Reino de Dios está ya en su interior e invitándoles a que se den cuenta de ello, crean y activen así esa fuerza.