November 1st and 2nd: All Saints and All Souls

(English)A huge number of people from every nation (Rv 7,9)

(Spanish) Una muchedumbre innumerable de toda nación (Apoc. 7,9)

(Japanese) あらゆる国からの数え切れない群集(黙示録7,9)

(English) The celebrations of November 1st and 2nd are a good opportunity to remember the meaning of the “communion of saints” we confess in our Credo.

(Spanish) Adelanto el comentario para el día de Todos los Santos y Difuntos. Voy a estar de viaje para unas conferencias en Europa y no podré atender el blog durante una semana. Por eso he puesto con antelación el del día 25 y ahora el del día 1, reproduciendo un texto del año pasado, sobre el Purgatorio como refrigerio).

También en Japón niños y niñas de primaria compran hoy calabazas y máscaras para pedir propina gritando ¡Haa-roo-uinnn...! , fonética nipónica del Halloween inglés. Japón lo importa y adapta todo, desde las chocolatinas por san Valentín hasta la rosa y el libro por san Jordi.
Los antiguos irlandeses y escoceses celebraban el comienzo del invierno, la víspera del Samhaim, misterioso rito de tránsito y cruce del mundo humano con el divino. La liturgia cristiana bautizó la religiosidad local y la incorporó en el día de Todos los Santos.

Se quejaba un obispo hispánico catastrofista de “la ola de laicismo que nos invade” y de “las fiestas religiosas convertidas en puente para ir a la playa”. Pero también muchas festividades cristianas comnenzaron absorbiendo la fiesta local (comenzando por el Sol invictus en Navidad...).
(En cuanto a lo de las beatificaciones romanas etc... ya se sabe que “ni están todos los que son, ni, sobre todo, son todos los que están, sobre todo algunos...).

En la misa infantil de las once, dialogando con el parvulado de la primera fila, tengo que explicarles que “Todos los Santos” y “Los difuntos” son una misma fiesta. Han escrito en un cartel con ideogramas japoneses de colores la frase del Credo: “Creo en la comunión de lo santo y de los santos”: La comunidad cristiana es la que se reúne en torno a “lo santo: la Eucaristía” (así nos lo enseñó el teólogo Ratzinger hace cuarenta años), y en ella se reúnen vivos y difuntos, por eso somos comunión de “los santos” reunida en torno a “lo santo”.

La liturgia llama santos a quienes no lo somos, pero somos hechos santos por Dios que nos santifica.

Para la misa de nueve el chip ha de ser distinto, porque vienen personas mayores, catequizadas en la era preconciliar. La viuda del señor Tanaka pregunta si, a pesar de tantos sufragios, todavía estará su marido en el Purgatorio (“Como el pobre tenía tantos “asuntillos” fuera de casa...”, comenta sonriendo).

Y el señor Nakamoto viene a la sacristía preguntando cómo ganar indulgencias. Habrá que comenzar tranquilizándoles, en vez de agobiarles con imágenes de almas en pena o fuegos de purgatorio. “Nada de fuego, ni de sala de espera; nada de purgar, expiar o pagar penas para satisfacer, según el estilo jurídico heredado de la mentalidad romana; nada de comprar indulgencias como quien paga multas de tráfico”.

“Entonces, ¿es que ya no hay Purgatorio?”, dice perpleja la viuda Tanaka. “¿Será, dice el bromista Nakamoto, que mientras el planeta se calienta el Purgatorio se enfría?” Pues habrá que aclarar en la homilía qué queda o qué no queda del Purgatorio.

Ante todo, “Purificatorio” es el nombre del símbolo mal llamado “Purgatorio”. En vez de purgarnos antes de contemplar cara a cara el Misterio de la Vida, es al revés: el encuentro con ese misterio nos purifica, según dice la carta primera de Juan: “Se manifestará entonces lo que somos... Veremos cara a cara... Esa vista nos purifica” (1 Jn 3, 1-3; segunda lectura de la liturgia de Todos los Santos).

Orar recordando a lo seres queridos (más que orar por ellos, orar en compañía de ellos y por su intercesión) es tradición antigua en la Iglesia. Solamente desde el siglo cuarto se menciona un “purgatorio”. Predicadores como san Cipriano tomaron a la letra lo del “fuego que quema la paja y purifica el oro” (1 Corintios 3, 12-15) y usaron la palabra “purgar”, de donde salió el “purgatorio”. La mentalidad jurista latina elucubró sobre expiar y pagar penas, incluso por lo ya perdonado. Las iglesias griegas preferían hablar de “purificación” y divinización en el trance de la muerte, en vez de purga y satisfacción expiadora.

El Concilio de Florencia buscó un compromiso (como ocurre a menudo en documentos eclesiásticos, para contentar a dos extremos de la feligresía): quitó lo del fuego, tranquilizando asíando a las comunidades griegas, y mantuvo la expiación, dando gusto a las latinas.

Pero se complicó la cosa por el trapicheo mercantil de las indulgencias, que con razón criticó Lutero. El Concilio de Trento prohibió las exageraciones pirómanas de la predicación, pero no se le hizo caso y siguieron exhibiéndose los cuadros de ánimas achicharrándose en llamas (De pequeño, recuerdo cómo me impresionaba ver esas imágenes de tamaño natural en san Nicolás y san Antolín, en Murcia, unos cuadro inmensos de ánimas en pena; ignoro si, por fin, los habrán quitado).

El Concilio Vaticano II corrigió de nuevo (Lumen gentium, 49-51) y el Catecismo del 92, en vez de “purgar”, habló de “purificarse”. Queda, por tanto, la riqueza del símbolo refrescante de la purificación, como en el agua bautismal cristiana o en el kiyome sintoísta con agua pura. Recordamos sin ansiedad a los seres queridos difuntos, que ya descansan, como se canta en el Requiem, en el lugar “del refrigerio, la luz y la paz”.

Lo dije, en vida de mi madre, en una homilía, y comentó ella, desde la sensatez acumulada de sus ochenta y nueve años: “Hijo mío, esta teología es un alivio, pero, ¿por qué los curas lo teníais tan callado hasta ahora?”.

(日本語)諸聖人・諸死者・諸信徒の繋がり

南瓜に蝋燭をつけ、仮面をかぶって遊んでいる子供たちは、日本でもハロウイーンという言葉を知っているようです。昔の英国では冬の始まりに農家の祭りがありました。農民たちは季節の移り変わりに人間の世界と神々の世界の間に行き来することに意味を与え、祝いしました。
キリスト教ではそれを取り入れました。Halloweenは All Hallows Eveすなわちすべての聖人の前夜という意味です。そして信仰宣言で言う「生徒の交わり」すなわち、「生者と死者の信徒の繋がり」、キリストとつながっている信仰者の絆、生きている者も死んだ者もみなキリストと結ばれていることを祝い、死者を記念して11月1日と2日に祈るようになりました。ですから諸聖人の祝いと死者の記念と信徒の交わり(諸信徒のつながり)は同じ信仰の表現です。
死者の冥福を祈ることはどんな宗教においても見られますが、私たちは死者のために祈るだけではなく、死者とともに祈り、使者のとりなしを願って自分たちのために祈り、死を超える希望を与えられるように願います。
私たちはおそらく長生きしたいでしょう。一昔前でしたら70歳まで生きることは長生きでした。現代は97歳や100歳まで生きることはめずらしくありません。それでも、おそらく私たちは何歳になっても死にたくない気持ちがあるかもしれません。98歳になっていたある修道女は寝たきりで、もうすこしで息を引き取るときでした。その最後を看取っていたシスターは耳元に言いました。「ご安心ください、天国に行ったら神様が待っていますよ」。そこで、おばあちゃんが答えました。「天国もいいけど、自分のうちほどいいところはありません」。
死ぬことに対して不安を感じても当然です。信仰をもっていても、神様のみ手に自分をゆだねても、死の謎を解くこともできないし、死後の世界を創造することができません。信仰者だからと言って死後の世界を見てきたわけではありません。聖書を紐解いても死後の世界について人間の好奇心に満足させるような説明を期待するわけにもいきません。
聖書では詩的な言葉や象徴的な表現を通してキリストを信じるものの希望が表されています。使途パウロのコリントの教会への手紙では「さなぎと蝶々」にたとえられるような形で永遠の命への信仰を説いています。
パウロは言います、『年をとるにつれて私たちの「外なる人」は衰えていても、私たちの「うちなる人」は日々新たにされていきます』。
「外なる人」、すなわち、私たちの肉体的な命が衰えて行きますが、私たちの「うちなる人」、すなわち、私たちのうちにそだってきた永遠の命、神様の息吹というものは日々新たにされます。言い換えれば、衰えていく私たちの肉体をみれば、年を取るにつれて私たちの人生は下り坂ですが、私たちのうちに成長していく永遠の命を見れば、人生の晩年は登り道です。(「三日月会と私たちが呼んでいる会のことは外国では「登る人生の会」(スペイン語でVida ascendente)と言うのです」。
このことを理屈で説明しようとすると考えが行き詰まってしまいます。なぜかと言えば、死のことは私したちには終わりのように見えてしまうからです。死は終わりではなく始まりであるということはなかなか見えません。
昔の逸話がそれ見事に表しています。母体のうちから分娩を見ることができればどんなふうだろうかということを伝える逸話です。胎児は母親のおなかの中で、九ヶ月の間、成長していきました。そのおなかの中、母親の子宮の中で、その壁あたりの細胞たちは意識があって胎児を見てかわいがっていたというフィクションですけれども、誕生のときが来ました。子宮の壁の細胞たちが見取っているうちに胎児が外へ、どこかへ行ってしまってトンネルの扉がしまりました。細胞たちが別れを惜しんで泣いたそうです。赤ちゃんが死んだと思っていましたが、外は大騒ぎでした。赤ちゃんが生まれたことは、母親をはじめみな喜んでいました。
このように赤ちゃんの誕生は、このたとえ話でもわかるように、母親のおなかの中から見ることができれば死のように見えたでしょう。しかし外から見れば誕生です。生まれるということは胎児にとって新しい命のあり方ですが、そのために分娩という、母親にとっても胎児にとっても、苦しい別れを通して新しい命のあり方ははじまるわけです。誕生が死であれば、死もまた誕生ではないでしょうか。この希望をもたせてくださるキリストを信頼してみ手にゆだねましょう。